domingo, 22 de febrero de 2009

COMO UTILIZA BRASIL EL ACUÍFERO GUARANÍ

Brasil es actualmente el país más rico del mundo en agua. Tiene 56 mil kilómetros cuadrados en ríos; el 12 por ciento del agua dulce del planeta y el 53 por ciento de América del Sur. Pero su mayor riqueza es la reserva subterránea: el Acuífero Guaraní, que se extiende en 1,2 millones de kilómetros cuadrados en ocho estados brasileños y tres países vecinos (Argentina, Paraguay y Uruguay).

El “gigante” se extiende plácidamente en el subsuelo de un área de alrededor de 1.190.000 kilómetros cuadrados (superficie mayor que las de España, Francia y Portugal juntas) y une así a Brasil (ocupa 850.000 kilómetros cuadrados, el 9,9 por ciento del territorio), Argentina (225.000 kilómetros cuadrados, 7,8 por ciento del territorio), Paraguay (70.000 kilómetros cuadrados, 17,2 por ciento del territorio) y Uruguay (45.000 kilómetros cuadrados, el 25,5 por ciento del territorio).

En suelo brasileño, ocupa un lugar preponderante en la vida de lo habitantes del Estado de Paraná. Aquí, 275 de los 399 municipios ya utilizan las aguas subterráneas: son más saludables, más puras, más baratas. Vecinos e industria aprovechan este regalo de la naturaleza, y ya están en alerta porque hay focos de contaminación.

Los ejemplos de aprovechamiento del recurso sobran y se transcriben a continuación, tal como lo publicó el reconocido programa televisivo Globo Reporter (Rede Globo).

- En Maringá (norte del Estado de Paraná): los lugareños utilizan el agua con fines medicinales. Es que contiene “vanádio”, un mineral que actúa contra el colesterol y ayuda en el funcionamiento del páncreas y el hígado, combate la diabetes y favorece el equilibrio de la salud. En todo el mundo sólo existen otros tres pozos: uno en Francia, otro en Ibirá (interior de San Pablo, Brasil) y otro en Sao Lorenzo (Mina Gerais, Brasil).

- En Londrina (Estado de Paraná), un chorro poderoso avanza en dirección al cielo. Son 880 mil litros de agua por hora, expulsados por la presión natural. El agua que viene de una perforación más profunda, 500 metros, se expulsa a 550 mil litros por hora. Una lluvia de agua tibia –con 36 grados centígrados- y cristalina. Aquí se pueden ver piletas de natación de agua caliente y disfrutar baños reconfortantes para el cuerpo (el agua tiene sulfato de calcio, de magnesio, carbonatos de sodio y potasio, minerales poderosos contra el reumatismo y dolores musculares.

- En la ciudad de Agua Boa (también en el Estado de Paraná), en cambio, el agua que se bebe garantiza larga vida a los pobladores, que no ahorran en utilizarla; hasta las veredas se lavan con el agua mineral. Pero por exigencia del Ministerio de Salud, los vecinos deben agregar cloro y flúor –para prevenir las caries- antes de tomarla. Está clasificada como un tipo de agua mineral alcalino – terrosa, de altísima calidad.

En áreas de mucha vegetación, puntos burbujeantes en la arena muy clara indican que hay varias fuentes de agua mineral que contienen calcio y magnesio, fundamentales para niños y ancianos. Una bendición

- La industria del café no se queda atrás: obtiene el agua de casi mil metros de profundidad; además de pura, ya llega caliente y hay economía en el consumo de energía.

- Ribeirão Preto, en el interior de San Pablo, es la mayor ciudad brasileña abastecida el 100 por ciento con agua del Acuífero Guaraní. Los pozos tiene agua limpia y fresca, la piletas y las canillas despiden agua mineral. El río Pardo, que pasa a un kilómetro de la urbe, no es utilizado. La captación de agua para la red pública proviene de 97 pozos que, juntos, generan 13 millones de litros de agua por día. El costo de este servicio es 50 veces menor que el tradicional (la obtención y potabilización de agua de río).

Señales de alerta

Geográficamente, Ribeirão Preto está en una zona privilegiada. Es uno de los lugares donde el acuífero llega más cerca de la superficie. En una planicie, el agua aflora y se forma una laguna. En otro barrio, basta con cavar un poco -1,5 metros- para encontrar agua.

Pero no todas son buenas noticias en el lugar: ya hay señales de alerta que indican que hay que cuidar el recurso. El desmonte indiscriminado provocó una bajante en el nivel de la “caja de agua” y hoy la gran preocupación es recuperar y preservar la selva para proteger los ríos y el agua que viene del fondo de la tierra. Hace 50 años, para conseguir agua en el centro de la ciudad era preciso cavar 35 metros y hoy, 75 metros. La solución es reponer lo que se quita a la naturaleza.

El geólogo Osmar Sinelli, que estudia el Acuífero desde hace 49 años, explicó que la naturaleza tarda 30 años en recomponer el agua subterránea. Es necesario evitar el desmonte, pero además la sobreexplotación.

El punto débil

Otro aspecto que preocupa es la contaminación en las zonas agrarias. El Acuífero está protegido por un paredón de basalto; sin embargo en esta gran muralla existen grietas y en las regiones donde la roca que almacena el agua aflora en la superficie y hay plantaciones donde se usan agrotóxicos, la lluvia que arrastra desechos tóxicos se infiltra y lo contamina. Esto es lo que ocurre en Mato Grosso.

Origen desconocido

La edad del agua, en su interior, llega a 30 mil años. Pero nadie sabe explicar aún cómo llegó a estar ahí debajo. Se sabe sí que hace 180 millones de años esta región era un inmenso desierto. En un período entre 200 y 132 millones de años, el desierto sufrió una transformación y el mar de arena se convirtió en uno de las mayores reservas de agua del mundo: el Acuífero.

Y no se trata de un inmenso lago que se expande en la superficie de los cuatro países. El geólogo Eduardo Hindi explicó que debajo de nuestros pies encontramos piedras. El agua ocupa un espacio entre los granos de arena. El acuífero es una roca porosa con capacidad de absorber agua.

El agua de lluvia abastece la reserva subterránea. El agua cae y rápidamente es absorbida y queda almacenada dentro de la roca. Funciona como una esponja.

Sobre ese conjunto de rocas, las camadas de tierra colorada cubren casi toda la región del acuífero, principalmente en el sur, sudeste y centro oeste. La tierra es altamente cultivable gracias a la fertilidad que esa roca produce.
Futuro incierto

Ante la escasez de agua que amenaza al mundo, la Organización de las Naciones Unidas propuso que el Acuífero Guaraní fuera declarado Patrimonio de la Humanidad y que sus aguas fueran consideradas reserva estratégica, intocables, para que en el futuro fuese usada por toda la población del planeta. Por ahora, es sólo una propuesta.

Hoy los cuatro países del Mercosur que están sobre este gigante forman una gran potencia, destacan los biólogos José Borghetti, Ernani da Rosa filho y Nadia Boscardin. “Tienen que unirse para defender ese patrimonio, porque el futuro está en el agua. Los países que tienen abundancia de agua van a dominar el mercado porque van a producir alimentos y podrán vender agua envasada”, comentan. Otro de los recaudos que deben tomar es garantizar larga vida a este gigante, incentivando el uso ración y el cuidado de la naturaleza. (El Paranaense)
Presentan mapa del acuífero Guaraní

INMENSA RESERVA. El acuífero ocupa una superficie de 1.200.000 kilómetros cuadrados.

Unos 24 millones de personas viven en el área delimitada por el acuífero, pero si se considera toda su influencia el número asciende a 70 millones de habitantes que se valen de él para el acceso al agua, usos industriales, irrigación agrícola y turismo termal.

El mapa base, donde se detalla el comportamiento hidrodinámico, geoquímico y geológico del acuífero Guaraní, la más extensa reserva de agua dulce de América del Sur, y una de las mayores del mundo, fue presentado durante la Sexta Reunión del Consejo Superior de Dirección del proyecto de estudio del reservorio.

“Este mapa nos permite de manera fehaciente y concreta ir avanzando en el conocimiento detallado de todos los aspectos que involucran el comportamiento hidronómico, geoquímico y geológico de todo lo que es el Guaraní, que abarca a los cuatro países: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay”, dijo el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, ingeniero Fabián López.

La sexta reunión del Consejo Superior, que se desarrolló en Buenos Aires, contó con la presencia del director Nacional de Hidrografía de Uruguay, Edwin Juri; el secretario de Recursos Hídricos de Brasil, Joao Bosco Serna; el subsecretario de Planificación, Ordenamiento y Calidad Ambiental, Luis Couyoupetrou; la embajadora María Esther Bondanza y el secretario General del Proyecto Acuífero Guaraní, Luis Amore.

Los funcionarios avanzaron en la discusión para llegar a una administración del acuífero que permita la gestión integrada como forma de garantizar el desarrollo sustentable de todas las comunidades de los cuatro países que se asientan sobre el espacio físico que ocupa el acuífero.

CóMO ES. El acuífero Guaraní, un reservorio de agua subterránea formado por un conjunto de rocas arenosas que se depositaron en el lugar entre 245 y 144 millones de años atrás, ocupa una superficie de 1.200.000 kilómetros cuadrados que se reparten entre Argentina, con 225 mil kilómetros cuadrados, Brasil, con 840 mil, Paraguay, con 71.700, y Uruguay, con 58.500 kilómetros cuadrados.

Ubicado en el sudeste de América del Sur, entre 12 y 35 grados de latitud sur y 47 y 65 grados de longitud oeste, el acuífero fue bautizado con ese nombre en homenaje a la gran nación guaraní cuyo territorio coincidió aproximadamente con la extensión del reservorio de agua.

PERFORACIONES. Para acceder a las profundidades del Guaraní es necesario utilizar máquinas perforadoras que ingresan verticalmente hasta penetrar en las capas que contienen el agua, nivel donde se coloca un filtro que permite el ingreso de agua a la perforación, y su posterior extracción.
El diámetro final de las perforaciones varía en general entre 15 y 20 centímetros, y su profundidad puede ir desde unos pocos metros —50 metros en el Brasil—, donde está el área de recarga, hasta 1.800 metros en algunos casos, por ejemplo en Argentina.

En este último caso, y debido a que la temperatura del agua se va incrementando a medida que aumenta la profundidad de extracción, se puede obtener agua con temperaturas entre 50 y 65 grados centígrados.

DETALLES. Parte de la lluvia que se precipita en la región ingresa en el acuífero directamente, infiltrándose en el terreno a través de ríos, arroyos, y lagos, que por sus lechos permiten el pasaje de agua hacia capas de terreno más profundas.

El agua que ingresa se denomina recarga y se cuantifica mediante un volumen anual que para todo el sistema se estima que es de 166 kilómetros cúbicos al año, mientras que las reservas permanentes de agua, la que se encuentra almacenada en poros y fisuras de roca, son del orden de los 45 mil kilómetros cúbicos.

Para sostener su preservación, el volumen de líquido que se puede extraer es menor a la recarga y debe considerar el mantenimiento de sistemas que dependan del agua subterránea, por ejemplo, ríos y humedales.

Para preservar El Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní (SAG) fue creado con el propósito de apoyar a los cuatro países que se asientan sobre ese reservorio de agua: Argentina, Brasil, Uruguay, y Paraguay, en la elaboración y creación de un marco común institucional, legal y técnico de gerenciamiento y preservación. Para la ejecución del proyecto se contó con una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, en sus siglas en inglés), el apoyo del Banco Mundial como implementador de los recursos, la Organización de Estados Americanos como agencia ejecutora y la cooperación de los gobiernos de Holanda y Alemania. En la actualidad existen cuatro experiencias piloto, dos transfronterizas y dos fronteras adentro, enfocadas a la prevención ante posibles contaminantes y la sobreextracción de agua en áreas críticas de recarga y descarga, o en áreas del Acuífero donde existe alta concentración de usos y usuarios. Se trata de los proyectos Concordia y Salto, entre Argentina y Uruguay; Rivera y Santana do Livramento, entre Uruguay y Brasil; Itapúa, en Paraguay y Ribeirao Preto, en Brasil.

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